I això afectarà a les hipoteques, suposo... Serà encara més negatiu per a la economia?
En resum, que a l'empresari només l'importa el seu benefici i la economia de la resta de la societat, se la porta bastant fluixa.
Birrero,
Recorda que hi ha empresaris i empresaris. No tothom és en Botin ni l'Amancio.
Moltes empresaris les pasen canutes i solen treballar 75 hores setmanals tranquilament, més les hores extres que els hi treballa el cap quan estan fora de la feina.
A l'empresari només l'importa el seu benefici, com al treballador només l'importa el seu benefici.
Recorda que si un dia ets empresari segurament vendrás el teu producte i ho hauràs de fer a preu, hi ha competència. Del recaptat hauràs de tenir en compte les mermes, les despesses, els treballadors, aquells treballadors que et donen pel sac i agafen baixes, les estúpides inspeccions que et diuen que has de fer no se quina xorrada, el transport, el gestor, el lloguer, el préstec, els serveis, etc... i el producte que vens.
Un cop descomptat tot ve l'hora de la veritat. Encara has de descomptar els 250 euros mensuals si ets autònom, i del que et quedi el 20% de retenció que es queda hisenda. Recorda que l'empresari arrisca i com bé diu la dita qui no arrisca no pisca, donc té tot el dret de pillar més pasta que el treballador. Si no, no arrisca.
A més, si la cosa l'hi va malament ha de plegar. Quan un autònom/petit empresari plega no ho fa com els grans, amb tots els ajuts. Ho fa generalment debent calers. Per tant, a sobre de que es queda sense feina, es queda amb un deute el qual ha de retornar i que l'hi faran pagar cada mes interessos més una part de capital. I, per arrodonir-ho, no té ni atur ni indemnització, peró aquesta darrera l'hi ha de pagar als seus propis treballadors.
En canvi, un treballador l'hi paguen indemnització encara que si l'empresa fa fallida cobra menys, peró de l'estat. A sobre, cobra atur i si es jubila, cobra més que un autònom.
AMB AQUESTA EXPOSICIÓ ET FARÉ UNA PREGUNTA: QUAN HA DE COBRAR UN AUTÒNOM-EMPRESARI PER EQUIPARAR-SE ALS 1000€ D'UN TREBALLADOR?
Vaig fer números i vaig flipar: més de 3500€ bruts, és a dir, de 2800€ 'nets' després de pagar el 20% que et retenen i no t'ho gastis tot, que hauràs de tornar a pagar. Si no, perds el temps. Ho vaig calcular tenint en compte una vida laboral de 35 anys, que al treballador el prejubilaran amb 62,5 anys, i que volguis o no estaràs 1 any de baixa en tota la vida laboral.
Peró si un sempre ha set treballador i mai empresari-autònom, no ho veu fins que s'hi troba. Així, si el teu jefe guanya 6000 al mes respecta'l, per que segurament ho mereix. I per que segurament aquest any no només no els guanya, sinó que probablement hi posa de la seva butxaca.
PER CERT, AQUI US PASO UN COMENTARI SORGIT AL FORO D'INVERTIA QUE TÉ A VEURE.
PARLA SOBRE SI CAL REFORMAR EL TEMA LABORAL, ÉS MOLT ENCERTAT.
En España, el despido libre sin otras reformas de calado, sería un fracaso estrepitoso. Y lo sería por una razón muy simple: falta cultura empresarial.
Y voy a hablar por experiencia, pues soy un pequeño empresario, con varias decenas de trabajadores en nómina. En este momento, y como es natural, estamos padeciendo la crisis con toda su crudeza desde el año 2008, cuando las ventas bajaron un 50% respecto al año anterior. Si bien 2009 fue ya catastrófico, con otra bajada del 55% respecto a 2009. 2010 lleva pintas de ser similar en facturación a 2009.
Imaginaos el desastre que esto supone.
Naturalmente hemos tenido que hacer criba, porque si no, ya habríamos tenido que cerrar. En 2008 nos quitamos a los ETT's. A principios de 2009 rescindimos unos 20 contratos fijos, pagando las indemnizaciones correspondientes, que fueron unos 12 días por año, considerando como inicio de cálculo, el día que entraron a través de ETT y considerando los intersticios (periodos de no trabajo), como parte del mismo. Ya en el 2º semestre planteamos un ERE de suspensión temporal que afecta a casi toda la plantilla, por un periodo de un año y por un algo más de un 50% de los días de trabajo efectivo. No obstante, los trabajadores de producción hacen el doble de paro que los de oficinas (comerciales y administrativos), por cuestiones organizativas.
En cuanto a los despidos, naturalmente los que cayeron no fueron los trabajadores más conflictivos, ni los menos productivos, ni los que más bajas dudosas acumulaban, sino los más baratos. Y en cuanto al ERE, el resultado económico es de escaso calado (algo menos de un 25% de ahorro), dados los complementos por los días de paro, que las cuotas sociales permanecen casi constantes y que la gente más afectada es precisamente la de salarios más bajos.
Aún así seguimos vivos. Y lo seguiremos. Pero no gracias al ERE, ni a los despidos baratos, sino a que en su momento, durante los años buenos, como fueron 2005 a 2007, decidimos dejar en la empresa la práctica totalidad de los beneficios generados, en previsión de una crisis que sabíamos había de producirse, con más calado además, cuanto más tardara en llegar. Y esto es lo que nos ha salvado. Hoy por hoy, y con nuestra estructura actual, disponemos de fondos para capear una crisis como la de 2009, durante al menos 5 años más.
Actualmente tratamos de aprovechar este largo impass para sacar nuevos productos al mercado, en proyectos de I+D en los que colaboran un instituto tecnológico y otras ingenierías. A la vez, estamos explorando nuevos horizontes en los que poder entrar, por todo el ancho mundo, ampliando los mercados en los que ya tenemos presencia. Vemos el futuro con un relativo y moderado optimismo. Mientras, algunas empresas de la competencia, ya han cerrado o lo están haciendo. Y otras lo harán sin pasar mucho tiempo.
Con este rollo no pretendo dar lecciones a nadie. Cada uno sabe mejor que nadie como regentar su vida y sus negocios. Pero sí sé una cosa: la mayoría de los empresarios (y cualquier trabajador en su lugar haría lo mismo), coge el dinero y corren. La lectura es que si la mayoría de las empresas hubieran hecho lo mismo que nosotros, capitalizando los beneficios de los últimos años buenos, hoy en día no tendríamos más de 2 millones de parados.
Tenemos empresas poco capitalizadas, que caen como moscas en una situación como la que padecemos. Y esto no se cambia promoviendo el despido libre, sino cambiando los hábitos y costumbres empresariales: facilitando una nueva cultura empresarial. Y esta nueva cultura, no puede imponerse por real decreto, ni con leyes orgánicas (ni siquiera de economías sostenibles), ni con multas y sanciones. Se hace con incentivos, y sobre todo con un sistema tributario que promueva la capitalización de las empresas, o al menos que evite la descapitalización.
Lo dije hace algún tiempo y lo repito: si el impuesto sobre sociedades en lugar de gravar el beneficio empresarial, gravara el dividendo (la parte del beneficio que el accionista se lleva a su casa), se suprimiría la tentanción de coger el dinero y salir corriendo, que tanto nos lastra, porque gran parte de los beneficios se quedarían en las empresas. En consecuencia, tendríamos unas empresas mucho más capitalizadas que no se derrumbarían como un castillo de naipes ante el primer golpe de viento, y disfrutaríamos por tanto, de un mercado laboral mucho más estable y seguro, que redundaría en el beneficio de todos, también en el de las propias empresas.
En cualquier caso, hay que dinamizar el mercado laboral para evitar el fenómeno de los trabajadores que con el tiempo, se convierten en auténticos enemigos de sus empresas, que los hay a montones: rémoras inextirpables que si pueden hundirlas, lo hacen. Pero éste es otro problema