Cacicada del Rayo con Quero, Aganzo, Susaeta y Delibasic
La entidad franjirroja dio ayer una muestra más de que la Ley Concursal solo sirve para pisotear impunemente los derechos de los futbolistas
EFE
Xavi Canals | 16.07.2011
Las oficinas del Rayo Vallecano vivieron ayer una situación absolutamente vergonzosa.
La plantilla franjirroja inició por fin la pretemporada, cuatro días más tarde de lo previsto, ante la enésima promesa del dueño de la entidad, Raúl Martín Presas, de abonar parte de los aproximadamente
cinco millones que adeuda a los futbolistas y cuerpo técnico. Cumplió esta vez el máximo responsable del Rayo, pero como era de esperar, no al completo. Y su decisión fue tan insultante como intolerable para David Aganzo, Néstor Susaeta, Andrija Delibasic y Quero, que se fueron sin ver un duro mientras sus compañeros percibía al menos la mitad de los atrasos.
Estos cuatro futbolistas fueron víctimas de una auténtica cacicada. A priori no entran en los planes del entrenador, José Ramón Sandoval, y Martín Presas está haciendo todo lo posible para librarse de ellos sin coste alguno. Ya el martes se les planteó una revisión de contrato inaceptable, al exigirles una rebaja de más de un 50 por ciento de su ficha. En el caso de Aganzo el recorte alcanzaba el 70 por ciento. Sangrante, teniendo en cuenta que al de Leganés se le adeuda más de un año. Concretamente 14 mensualidades.
Para colmo, Martín Presas no tuvo siquiera la hombría de comunicarles personalmente la decisión de renegociar el cobro de la deuda. Fue un empleado del club el que tuvo que pasar el mal trago de explicarles que en los próximos días recibirían una llamada del club para renegociar la forma y los plazos para solucionar los atrasos. Es de preveer que Martín Presas quiera que parte de esa deuda se pierda por el camino.
Cómo no, los futbolistas abandonaron las instalaciones enfurecidos y sin querer hacer declaraciones, para no soltar algo que pudiera perjudicarles. Aganzo incluso se llevó bajo el brazo su retrato que lucía en las paredes del estadio. Una muestra más de que la Ley Concursal, al eliminar el peligro del descenso, solo sirve para pisotear impunemente los derechos de los futbolistas.
Una vez más se puede ver como esta ley concursal es el atropello constante e impune contra los jugadores y acreedores que da protección total a los delincuentes que llegan al mundo del deporte para blanquear dinero negro dejando a los Clubs en la ruina total, salvagurdando aante todo su mala gestión, permitiendo la adulteración de la competición ante aquellos otros Clubs que realizan una labor dentro de sus posibilidades económicas.