La cabra de la Legión que desfiló el día de las Fuerzas Armadas era prestada Fue entregada por Mohamed VI y devuelta a Rabat, dos días después, en un Hércules del Ejército del Aire.
No fue
la cabra Churri, Cabo Primero honorífico de la 2ª compañía del Tercio de la Legión con sede en Ronda,
sino Tizona, la que desfiló el día del Pilar por el Paseo de la Castellana de Madrid.
«Churri padece de una extraña dolencia que le impide desfilar».
SIGUE EL CUENTO La cabra Churri, aquejada de un cuadro de depresión aguda, poco antes de ser tratada por los veterinarios de Defensa.
«Aún hoy, no atiende a razones», explicó el veterinario, «Repentinamente se volvió insolente, faltona y muy arisca», actitud que desaconsejó llevar al rumiante
de 63 años a Madrid.
Unos días antes de la parada militar, la 2ª Compañía no contaba con cabra alguna para el desfile y se intensificó infructuosamente la búsqueda de una sustituta.
El día antes de viajar hacia Madrid, inesperadamente, se presentó en el acuartelamiento un súbdito marroquí que se acreditó como emisario del monarca Alahuí, para depositar a la cabra Tizona.
Según se ha podido saber de fuentes autorizadas, el emisario, inicialmente, fue reducido por el Cabo de guardia, y exclamó en un perfecto castellano:
«¡Que traigo una cabra, c*ñ*!».
Viaje en avión El Ministro de Defensa español acudió a la base aérea de Cuatrovientos para despedir a Tizona, y afirmó desconocer cómo se enteraron en Marruecos de que no había cabra para el desfile.
El Hércules del Ejército del Aire donde viaja la cabra, lleva también un mensaje de agradecimiento al Soberano marroquí.
«Puede ser un primer paso para el acercamiento, aunque yo lo veo chungo. Si se cree que con una cabra se arregla esto...», decía la misiva de Trillo-Figueroa.