A un mes y medio de que la vorágine del mercado de invierno se avive, los cimientos del Barakaldo se tambalean con varios focos de atención. El más primordial, buscar un delantero centro goleador sobre el que pivote el equipo y que apague la sequía realizadora y, por añadidura, las permutaciones de fichas que se avecinan.
Una vez abortado el fichaje de Alain Arroyo, quien finalmente le 'birló' el Portugalete con mucha habilidad, David Gallo, ex delantero del club gualdinegro y uno de los hombres más carismáticos que han pasado por sus filas en los últimos tiempos, es uno de los objetivos prioritarios del organigrama técnico. Su actual equipo, el Sabadell, atraviesa un bache deportivo muy acusado y ocupa plazas de descenso con sólo 9 puntos en su casillero. El punta de Santutxu, que en las últimas temporadas se había inflado a perforar las redes contrarias en el Mirandés y el Jaén, no se ha estrenado en la competición doméstica pese a ser titular, pero en la Copa Federación suma cuatro. Pero es un seguro de vida. Contractualmente sería posible su traspaso a Barakaldo, pero existen dos trabas: que el Sabadell accediera, un hecho poco probable; y que el equipo fabril pudiera satisfacer su alta ficha.
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