Si se necesitarán nueve, diez u once puntos para mantener la categoría, nadie lo sabe, pues estamos cinco equipos en un pañuelo (cuatro puntos no son nada) y todos estamos pensando en sumar esos once puntos que pueden dar la permanencia.
Pensar en partidos que van más allá del Sabadell-Alcorcón (que si enfrentamientos directos, que si sumar fuera de casa...) me parece el primer paso para pegarnos una bofetada que puede ser, casi, irrecuperable.
Señores, hay que ganar al Alcorcón, luego ya se verá, pero hay que ganar al Alcorcón. Si empatamos, volveremos al pozo y nos encontraremos obligados a ganar en Leganés. Tenemos que evitar a toda costa esa urgencia, tratar de abrir brecha y comprometer a equipos de más arriba.
No fiemos todas nuestras opciones a los enfrentamientos directos porque difícilmente los ganaremos todos y, posiblemente, alguno perderemos.
Me preocupa esta sensación de relajación, cuando lo que se debería estar montando es otra igual que contra el partido contra el Racing. Contra el Racing se podía empatar, contra el Alcorcón no.
Hay que liarla en este partido porque la ocasión lo vale!