Partido muy físico en el que los jugadores de la Montañesa estuvieron más cómodos si bien los nuestros tampoco anduvieron cortos de intensidad, pero jugando siempre a balones largos y poco juego combinativo. Comprensible viendo las dimensiones del terreno de juego, la violencia (en ocasiones) del rival y la poca importancia de la competición.
Nos siguen faltando cuatro o cinco jugadores contrastados en Segunda B, esta semana deberían llegar todos, pues ya vamos tarde en la preparación.