Ojalá le diese un ataque de entrenador de verdad y se largara bién lejos, como hizo Alex García, al menos aquel reconoció que le venía grande el asunto y se fué, renunciando a la indemnización ecónomica, cosa que le honra.
Con Mandiá casi se consigue el milagro pero ya fué tarde.
Me encantaría que este entrenador saliese, no se si nos salvaríamos o no pero descansar al menos de estas torturas de partidos vendría muy bien para la salud.
Hidalgo tu sitio está en el barça, con los chavales, con la estrategia y el pasecito en defensa, ala echa un cv que te llaman fijo