La derrota de hoy estaba más que descontada, lo dije el martes y se veía venir.
No destituyeron a Bofill, porque entiendo que primero se quería destituir a Milà, traer a Rosende para seguir con el orden lógico de las decisiones y así, de paso, se le daba una última oportunidad a Bofill y se le ahorraba al nuevo entrenador, con apenas tres entrenamientos, una más que previsible derrota hoy contra el Lugo.
Ahora sólo espero que esta noche se cese a Bofill, se consiga convencer a Óscar Cano para que este mismo martes dirija el entrenamiento y consiga hacer magia para ganar el próximo partido. Y el Teruel es rival propicio, es ahora o nunca.
Y sinceramente, creo que remontar, costará; pero algo tengo claro, con Miki era difícil y con Bofill imposible; pero creo que con un entrenador con cara y ojos, algo se mejorará y creo que si acertamos con el entrenador, nos dará para salvarnos.