Ya no se sabe a lo que estamos jugando con el equipo filial, para empezar en una categoría como es la Segunda Catalana, un equipo que se precie como el nuestro y al mismo tiempo piense en el futuro, tiene la obligación de tener una base solida y lo más fuerte posible deportivamente hablando, no se puede ir por los campos de regional haciendo este papel dando la sensación que cualquiera te puede pintar la cara, derrota tras derrota, cuando no hace mucho estábamos compitiendo en categoría nacional, a los dirigentes decirle que el rumbo del equipo filial hay que darle otra dirección.
El filial hace falta y, hace su cometido si está bien estructurado, su labor es dar jugadores al primer equipo, también debe de servir para dar el primer paso a los jugadores que salgan del juvenil, siguiendo una trayectoria adecuada al tiempo de que estén controlados, nunca ha dado resultado tener un equipo de la Ciudad adherido al Club, ni Nastic de Tarragona ni Girona han sacado el rendimiento apetecido con este sistema, tanto uno como el otro, ya tienen equipo filial propio y el Girona B a punto de hacer la entrada al fútbol de categoría nacional.
Es el momento ya que tenemos al parecer un buen juvenil A, de proyectar un mejor futuro al filial, el salto desde la categoría juvenil al primer equipo es demasiado grande para que un jugador tan joven se haga profesional con garantía, sino está bien arropado por el mismo Club.