un muy buen libro
El mundo sobre ruedas, de Albert Casals
Leer al joven catalán Albert Casals es como un bálsamo en estos tiempos. Con 20 años saborea la vida cada instante porque de pequeño estuvo a punto de dejarla en varias ocasiones, ha viajado por todo el mundo solo desde los 14 años y su filosofía de vida, que él denomina “Felicismo”, rezuma sabiduría práctica, confianza y optimismo.
Nacido en 1990, a los 5 años sufrió una mononucleosis que desencadenó en leucemia y cuyo tratamiento provocó una minusvalía como condición para seguir en este lado de la vida.
Debieron ser unos años muy duros para toda la familia: los numerosos medicamentos, la estancia hospitalaria, el miedo al futuro de su hijo, … Y seguro que sus padres nunca hubieran imaginado que con 14 años su hijo querría conocer el mundo viajando solo, con la silla de ruedas y como único bagaje sus estudios de bachillerato, varios trucos de magia, una flauta y 20 euros en el bolsillo.
«Quiero contaros una historia. Es la historia de un niño que nació el 18 de julio de 1990 en Barcelona. Con el paso de los años sufrí algunos contratiempos. Uno de los que más se esforzó para ganarse un sitio en el “hall de la fama” fue, seguramente, la leucemia que tuve a los cinco años y que me dejó en silla de ruedas a los ocho. Un buen día descubrí que tenía catorce años y ya no podía aguantar más las ganas de viajar, y tuve la suerte de tener unos padres que no intentaron encerrarme en un manicomio.
»Ya he estado en más de 25 países, entre ellos Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Grecia, Gran Bretaña, Italia, Bosnia, Serbia, Croacia, Hungría, Rumania, Tailandia, Malasia, Singapur, Japón, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá… No obstante, lo que más suele sorprender a la gente no es que haya viajado a tantos lugares, sino la forma en la que me gusta hacerlo: totalmente solo. Ni familia, ni amigos, ni nada: sólo yo, mi silla de ruedas y mi mochila... y en el peor de los casos solamente gasto unos tres euros diarios, que es todo lo que me hace falta para comer. Lo mejor será explicaros mi historia desde el principio.»